agosto 11, 2014

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EMPRESAS PERUANAS SE PROYECTAN PARA UBICARSE ENTRE LAS PRIMERAS EN EL MERCADO MUNDIAL

ESCRIBE: JOSÉ CALDERÓN

Si estás enamorado, olvídate de enviar flores. Mejor man­da una caja de arándanos. Cuestan más. US$ 20 el kilo, como mínimo. Y mejor si son importados del Perú. En efecto, pron­to este país será productor a escala de arándanos y no solo todos los opera­dores mundiales están nerviosos, ha­ciendo visitas a los proyectos, sino que hasta se va a construir en La Libertad una ciudad para 10 mil personas que trabajarán exclusivamente en estos cultivos. La historia es asombrosa.

Los científicos dijeron que era im­posible. El Perú es muy caluroso para cultivar este fruto. Pero hoy los siem­bran en Arequipa, Trujillo y hasta la sierra de Ancash. Sin duda, el produc­to más caro del mundo puede dar en los Andes. ¿Quién mentía?

Pese a ello, las empresas peruanas no estaban tan seguras y comenza­ron a recibir datos de otros científicos que decían que sí. ¿Será verdad o solo quieren embaucarnos con sus plántu­las a US$ 4 cada una? Para al año 2010, el rumor entre los agroexportadores era insoportablemente contagioso.

PROFESIONALISMO Y DINERO

Ante ello empezaron a llegar al Perú técnicos en viveros extranjeros espe­cializados en arándanos. “No pasó mucho tiempo, cuando las llamadas preguntando por el fruto se hicieron incontables”, nos refirió uno de los pioneros, José Francisco Unzueta, ge­rente general de Blueberries Perú, que tiene su operación en Cerro Azul, al sur de Lima.

Curiosamente, Unzueta dijo que, sabiendo de lo delicado del cultivo, muchos pedidos eran rechazados, pues demandaban mucho profesionalismo y dinero –para riego por pulsión, aná­lisis de suelos, foliares, cortavientos, hasta toda una tecnología para volver ácidos los suelos–, inversiones de has­ta US$ 90 mil por hectárea.

Si las plantas caían en manos de cualquier advenedizo, se desprestigia­ría el producto. De hecho, hubo algu­nos que pagaron los platos rotos por recibir plantas contaminadas de otros viveros que se aprovecharon de la locura.

Uno de ellos fue el excongresista Wilmer Rengifo, productor de aránda­nos, quien tuvo que afrontar pérdidas millonarias y hoy provee al mercado local, en parte por culpa del actor Leo­nardo Di Caprio, quien en la película Infiltrados entra al bar gánster pidien­do “un jugo de arándanos”.

Blueberries sabía que andaba en un terreno muy delicado. Y es que mucho se había especulado sobre las ganan­cias que daban los arándanos. Hasta los municipios más perdidos del país solicitaban plántulas.

Sin duda, Alfonso Velásquez Tues­ta, presidente de Sierra Exportadora, fue el que impulsó este cultivo, reco­giendo por ello las más duras críticas y, posteriormente, aplausos por su ob­sesión por los berries.

En las afueras de Trujillo, otra em­presa, Best Berries Perú, cultiva arán­danos para los mercados europeos. La empresa inició el año pasado su incur­sión y su primera cosecha será a ini­cios de la temporada 2015.

Adriano Marcuzzo, gerente general de la empresa, ha sorprendido dicien­do que cualquier terreno de la costa y la sierra puede servir para su cultivo.

A GRAN ESCALA PARA EL 2015

Otra empresa, LBP Rotterdam BV, ya lleva trabajando en el Perú varios años y ha estado encargándose de la logís­tica para exportadores de arándanos. Representada por Anton Filippo, LBP Rotterdam, con Inca Invest Peru y All Fresh Exports de Chile, visitaron el Perú hace semanas para ver qué ocu­rría en estas tierras.

Anton Filippo habla: “Los grandes exportadores están planificando mu­chas hectáreas de cultivo de arándanos para empezar a cosechar a gran escala el año que viene”. Esto tendrá un gran impacto en exportaciones de Argen­tina y Uruguay. “Estoy seguro de que Chile también está siguiendo los pro­gresos con gran atención”, agregó.

“Estoy realmente impresionado con lo que los peruanos han estado consiguiendo estos últimos años y pa­rece que no han hecho más que empe­zar”, reflexionó.

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EL FACTOR CAMPOSOL

¿Pero por qué realmente esta visi­ta a Trujillo? La respuesta se llama Camposol. La empresa desembolsará US$ 100 millones para dedicar 2,000 hectáreas de La Libertad a los aránda­nos, de los cuales US$ 20 millones serán para potenciar sus plantas de proce-samiento.

“Hasta ahora tenemos 200 hectá­reas sembradas en Chavimochic (La Libertad) y esperamos llegar a las 2,000 hectáreas en los próximos tres años”, dijo Samuel Dyer, CEO de Cam­posol, lo cual implica construir una ciudad de alta especialización para los agricultores y técnicos que trabajen en este cultivo.

La empresa calcula una ciudad para 10 mil personas dedicadas a los arándanos, pues estos demandan mu­cha mano de obra y por eso su precio: US$ 20 el kilo, mientras que por uva de mesa se paga un poco más de un dólar por kilo.

La citada empresa prevé exportar 2 millones de kilogramos de aránda­nos durante el 2014, cifra que aumen­tará a 5 millones en el 2015; para el 2020 se espera alcanzar los 30 millo­nes, que es el doble del volumen que produce en la actualidad Argentina como país. Ojo que ya ha exportado un millón de kilos en el año 2013, justo en épocas de desabastecimiento.

Se están probando con diferentes variedades para ver si se pueden ob­tener aún mejores resultados que los actuales, según averiguó Velaverde.

Todo esto implica una inversión de más de US$ 100 millones en plantas, packing y equipos, con lo que Campo­sol se convertiría en uno de los ma­yores proyectos de arándanos en el mundo, dando trabajo a otros miles de personas.

Para ese objetivo, la empresa alista la construcción de cientos de viviendas alrededor de las plantaciones, con co­legios, servicios de salud y transporte. En otras palabras, se proyectan obras y comodidades que nunca pudo hacer ni siquiera la Reforma Agraria, con sus comunidades campesinas atasca­das en la psicología del pobrete.

UN REGALO DE LOS DIOSES

El arándano (Vaccinium, género de arbustos de la familia Ericace que, principalmente, cre­ce en las regiones frías del hemisferio norte) es un fruto pequeño parecido a la cereza o a la uva. Tiene grandes beneficios para la salud, el funciona­miento del metabolismo y el cuerpo en general. Es un concentrado de vitaminas C, calcio y antioxidantes, que ayudan a prevenir enfermedades como el cáncer y es también muy bueno para curar las dolencias del aparato urinario y gastrointestinal.

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